Antes de que oficialmente tome posesión de su nuevo cargo, Secretario de Estado del Vaticano, o sea el que gobierna en el Vaticano y en la Iglesia Católica, a Pietro Parolín, ya le examinan con lupa sus hechos, palabras y hasta... intentan sus pensamientos.
Parece que en referencia a si los curas algún día podrían casarse ha respondido que "el celibato no es un dogma, que se puede discutir porque sólo es una tradición de la Iglesia". Supongo que con esta "perla" que ha lanzado, que quiero suponer suficientemente meditada y calibrada, ya puede llenar ríos de tinta y de polémicas.
A mí me parece que no nos deben despistar por ahí. Eso es tan secundario como cuando se cambíó del latín a las lenguas de cada lugar o como la supresión física y parcial de la sotana. Es bueno que el nuevo papado mejore la paja de la iglesia, pero lo que debe intentar de verdad es mejorar el trigo para el mundo. Démosle tiempo... que a lo mejor ya está en ello.
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